Gobierno ¿para qué?, por Luis Rubio
Confundimos la filosofía de un gobernante con las obligaciones de un gobierno: una cosa es propiciar prosperidad; otra, asignar recursos.
Confundimos la filosofía de un gobernante con las obligaciones de un gobierno: una cosa es propiciar prosperidad; otra, asignar recursos.
El gobierno supone que la gente es ignorante y manipulable, pero ésta entiende bien su dependencia de transferencias pasajeras.
El proyecto del presidente es claro y tiene más que ver con controlar el sector privado y la economía.