Las acusaciones de Emilio Lozoya contra políticos que fueron sobornados en el sexenio pasado ya comienzan a dar frutos.
A nueve meses de su llegada a México, extraditado de España, donde denunció a ex legisladores y otros personajes por recibir moches millonarios para la aprobación de la reforma energética, dinero que procedería de Odebrecht, apenas ayer la Fiscalía General de la República (FGR) logró encarcelar a uno de los presuntos involucrados.
A diferencia del ex director de Pemex, que no ha pisado la cárcel pese a los delitos que se le imputan, el ex senador panista Jorge Luis Lavalle fue apresado.
El juez federal Marco Antonio Fuerte Tapia le impuso al campechano la prisión preventiva justificada, al estimar que existe el riesgo de que pueda darse a la fuga.
En la audiencia inicial, la FGR presentó 37 datos de prueba para imputar a Lavalle de ser uno de los políticos que recibió sobornos de Lozoya para aprobar en el Senado de la República las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto, principalmente la energética.
La imputación se basa en la denuncia que el ex director de Pemex presentó el 11 de agosto pasado ante la Fiscalía contra 16 políticos, entre ellos los ex presidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas de Gortari, así como ex senadores, entre ellos Francisco García Cabeza de Vaca, y los ex candidatos presidenciales Ricardo Anaya y José Antonio Meade.
En la querella que dio lugar a la carpeta de investigación FED/SEIDF/CGI-CDMX/865/2020, Lozoya nunca menciona el monto de los supuestos sobornos que dijo haber entregado al campechano.
Sin embargo, este vacío lo trata de ocupar con el dicho de Rafael Caraveo Opengo, ex secretario técnico de la Comisión de Administración del Senado y ex subordinado del propio Lavalle, quien como el propio Lozoya negocia un criterio de oportunidad con la FGR para obtener la inmunidad penal.
Caraveo es el personaje que aparece recibiendo bolsas de billetes en un video difundido en agosto pasado.
También de Campeche, Caraveo manifestó ante el Ministerio Público que él recogió 15 maletas con dinero en efectivo para su jefe, y menciona que una de ellas tenía $13 millones y otra contenía $12 millones de pesos, por lo que se tiene una cantidad de al menos $25 millones de pesos.
Aunque Emilio Lozoya admitió haber entregado los sobornos, hasta ahora el ex funcionario se encuentra en libertad.
Extraditado a México el 17 de julio del año pasado, sin pisar la cárcel fue llevado a un hospital privado en donde lo atendieron de los males que lo aquejaban, desde donde atendió las dos audiencias en las que fue vinculado a proceso por los delitos de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa.
Con información de Abel Barajas, Periódico Reforma, 10 de abril del 2020